Fundación SHE - "laCaixa"
Hijos sobreprotegidos, padres sobreprotectores

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Tenemos pocos hijos. La tasa de natalidad en nuestro país ha descendido hasta 1,38 hijos por mujer y, como consecuencia, los niños se han convertido en el centro de la familia. La falta de tiempo, junto con un exceso de tolerancia y permisividad han dado paso a un ambiente de sobreprotección que puede resultar tan perjudicial como el autoritarismo. Sin embargo es más fácil de corregir y, de hecho, puede lograrse si los padres son conscientes y cambian su actitud y algunas reglas de juego…

Algunos padres confunden el sentimiento de afectividad con un exceso de protección. Cuando nos referimos a niños sobreprotegidos, enmadrados o demasiado apegados somos conscientes de que la responsabilidad es básicamente de los padres, quienes, por su forma de actuar, han establecido un vínculo tan estrecho con sus hijos, que incluso les cuesta separarse de ellos.

¿Cuáles son los síntomas de la sobreprotección?

Detectar el problema no es fácil cuando se está viviendo en primera persona y además no todos los padres sobreprotegen de la misma forma. Algunas familias pueden sentirse identificadas con los siguientes comportamientos:

– Dedican cuidados excesivos desde los primeros meses. Se anticipan al malestar del bebé cogiéndolo siempre en brazos y evitan que llore porque les causa angustia y culpabilidad.

– No permiten la libertad de movimientos. Padecen mucho imaginando riesgos al ir de excursión, jugar en el parque o cualquier otra costumbre que ellos crean peligrosa.

– Hablan de sus hijos en posesivo: “no me come”, “ya me gatea”, “me ha suspendido”. Viven todo lo bueno o malo, como si les ocurriera a ellos mismos.

– No les educan en los hábitos propios de su edad porque les resulta difícil aceptar que crezcan. No les dejan ayudar en las tareas del hogar, hacer encargos, compras…

– Tienden a disculpar sus errores y a señalar a los demás como culpables: la maestra no se explica bien, los otros niños le incordian, etc.

Cuando existe un ambiente de sobreprotección el niño va creciendo en un estado de inmadurez y dependencia hacia sus padres. Esto puede aumentar el riesgo de que llegue a la adolescencia con una baja autoestima y de adulto siga algún tipo de conducta dependiente, que le provoque angustia e infelicidad. ¿Cómo podemos favorecer su autonomía?

5 consejos para estimular su autonomía a través de desarrollo emocional

1. Él solo, aunque no salga bien a la primera. Permítele ocuparse sólo de sus tareas y hábitos de higiene (en función de la edad). Con el tiempo aprenderá y se sentirá orgulloso de hacerlo por él mismo.

2. Todo puede esperar. Deja que sea él quien pida lo que desea. Responder inmediatamente a sus demandas no le ayudará a valorar las cosas y le convertirá en una persona insaciable.

3. En casa, hay diferencias. Enséñale que todos ocupáis un lugar en la familia y que entre papá y mamá existe una relación distinta a la que tenéis con él. Por eso también debe dormir en su cama.

4. Transmítele la idea de que confías en él. No le evites las situaciones “complicadas” y aliéntale a vivir nuevas experiencias (excursiones, colonias, nuevos amigos, etc.). Su autoestima se verá reforzada.

5. Toda acción tiene su consecuencia. Explícale que él es responsable de sus actos y debe aceptar los resultados. Procura hablar con él sobre los contratiempos que se vaya encontrando y dale pistas, pero que sea él mismo quien proponga soluciones y estrategias para mejorar.

Para completar esta información te recomendamos la lectura del libro El arte de educar con sentido común de Manuel Fernández Antón Ed. Planeta Libros