Esta es la urgencia más urgente, valga la redundancia. A pesar de que tradicionalmente al ictus se le presta menos atención que al infarto de miocardio, el número de víctimas que causa es similar. Cuando el paciente llega a urgencias hay que poner el protocolo en marcha. Cada minuto cuenta.
El ictus ocurre cuando la sangre no llega bien a alguna parte del cerebro, ya sea porque hay alguna arteria obstruida o porque un trombo o coágulo lo impide. Cada minuto que pasa, las posibilidades de salvar al paciente con una calidad de vida decente van menguando. Más allá de las tres horas, los riesgos de los fármacos pueden superar a los beneficios. Por eso es tan importante que aprendamos a reconocer los cuatro síntomas más evidentes de un ictus.
1. Pérdida de sensibilidad o fuerza repentina de la cara, brazos o una pierna. Si la sangre deja de llegar al cerebro suele producirse la parálisis en un lado del cuerpo, lo que también provoca dificultades para moverse de forma coordinada. La persona afectada tampoco podrá sonreír de forma uniforme (hará una mueca hacia un lado) y el riesgo aumenta si no puede levantar el brazo de ese mismo lado.
2. Alteración repentina del habla, dificultad para expresarse y ser entendidos. El síntoma más claro es que cuesta pensar con claridad y articular una frase con sentido porque la zona del cerebro dedicada al habla se ve alterada. Para cerciorarnos de esta alteración, haremos preguntas sencillas al afectado (por ejemplo, ¿Cuál es tu nombre completo? o bien ¿En qué calle vives?) y si la persona no puede hablar o lo hace con dificultad, debemos llamar a urgencias.
3. Pérdida súbita de visión parcial o total en uno o en ambos ojos. El afectado ve doble o siente que pierde la visión debido a una obstrucción en los vasos cerebrales que van del cerebro a la retina. Si se deja de ver temporalmente por un ojo puede tratarse de una emergencia.
4. Súbito dolor de cabeza de intensidad no habitual y sin causa aparente. Si la cefalea va acompañada de náuseas, vómitos o sueño, así como de pérdida del sentido de la orientación o de vértigo intenso y desorientación, podríamos encontrarnos con una señal de ictus.
Recuerda que cuando exista sospecha de ictus, hay que avisar al servicio de emergencias (061/112).
Tratamientos cada vez más eficaces y un futuro esperanzador.
Afortunadamente, cada vez hay más personas que conocen los síntomas de las enfermedades cardiovasculares como el ictus y que se cuidan para evitarlo. A pesar de ello, a veces suceden. La buena noticia es que las investigaciones dan pasos de gigante y los tratamientos son ahora más eficaces y menos invasivos que veinte años atrás. Un descubrimiento reciente afirma que las células madre uterinas son capaces de regenerar los tejidos dañados.
Los diagnósticos son también más fiables; algunos centros hospitalarios, alejados de las grandes urbes, disponen de un sistema de videoconferencia que permite al neurólogo de guardia revisar los síntomas y decidir si el afectado debe trasladarse de centro.
Aparte de los tratamientos médicos, existen nuevos métodos de rehabilitación que están demostrando ser efectivos en la pronta recuperación de las capacidades motoras y cognitivas. Entre ellas, destacan novedosas técnicas como el uso de videojuegos, de la realidad virtual o de terapias con música.
Fuentes y más información:
La ciencia de la salud (Planeta)
observatoriodelictus.com
El 29 octubre, se celebra el Día mundial del ictus.